Terminología sin fronteras: ¿expresión de deseo o realidad?

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The Terminology without Borders project of the Terminology Coordination Unit of the European Parliament’s Directorate-General for Translation supports the objective of communicating with citizens in plain language. This initiative is led by Rodolfo Maslias, an expert in multilingualism and terminology, who presents it in this exclusive interview.

El proyecto Terminología sin Fronteras, de la Unidad de Coordinación Terminológica de la Dirección General de Traducción del Parlamento Europeo, refleja y apoya el objetivo de comunicarse con los ciudadanos en un lenguaje claro. Esta iniciativa es dirigida por Rodolfo Maslias, experto en multilingüismo y terminología, quien la explica en esta entrevista exclusiva.

¿Qué significa la terminología en su vida profesional: una ocupación más o una pasión? 

Empecé a ocuparme exclusivamente de la terminología en 2008, cuando me encargaron la creación de la Unidad de Coordinación Terminológica en el Parlamento Europeo; fue en un momento en el que esta disciplina empezó a convertirse en una ciencia separada y se desarrolló muy rápidamente conectándose con la informática y la comunicación. Entonces sí que me apasionó esta nueva profesión, y me dispuse a aprender todas las nuevas posibilidades que ofrecían los recursos terminológicos, así como a colaborar con el mundo de la terminología desde mi nuevo puesto. 

¿Fue el gusto por la terminología el que lo llevó a traducir, o fue la traducción la que lo acercó a ahondar en la terminología? 

Cuando empecé a trabajar como traductor en el Parlamento Europeo, en 1981, trabajábamos de una manera muy distinta en comparación con lo que sucede hoy. Dictábamos nuestros textos con un aparato llamado dictáfono; no teníamos ni bases de datos ni ordenadores, pero la terminología fue siempre parte de la traducción y garantía de su calidad. Por eso, escribíamos los términos que encontrábamos en tarjetas con varios colores para cada idioma y las metíamos en cajones especiales, en orden alfabético. Así pues, puedo decir que es el amor por la traducción lo que me acercó a ahondar en la terminología. En los años ochenta, había creado un primer sistema para compartir nuestros hallazgos de terminología entre las unidades de traducción de los entonces diez idiomas oficiales de la Unión Europea, con un programa informático muy básico llamado dBase. Nadie podría imaginar en aquel momento la evolución hacia los recursos digitales y la inclusión de la terminología en las herramientas TAO y en la traducción automática.

Creemos que, por haber estudiado, trabajado y vivido en diversos países, el concepto «sin fronteras» está muy presente en su vida. ¿Es así? 

Es verdad que me gusta viajar y conocer muchas culturas diferentes, y desde pequeño tuve la suerte de poder aprender muchos idiomas, lo cual me ha sido de gran ayuda. Creo que, cada vez más, hay menos fronteras en la comunicación entre los pueblos; la movilidad y el alto nivel de conocimientos de los jóvenes permiten una colaboración multinacional en todos los ámbitos, y el multilingüismo desempeña un importante papel en esta comunicación. 

¿Piensa que este espíritu de unión en la necesidad, que nos atraviesa a todos los países a causa de un problema común como es la pandemia, se trasladará a este proyecto de Terminología sin Fronteras? 

Pandemia es una palabra griega y quiere decir ‘todo el mundo’. Es un mal que no conoce fronteras y que, también, requiere un esfuerzo sin fronteras para enfrentarlo. Cuando pase esta catástrofe, nos vamos a dar cuenta todos de que hay cada vez menos fronteras entre nosotros. Proyectos como el nuestro contribuyen de manera positiva a la cooperación entre pueblos y culturas. Lo que resulta interesante es que hemos podido utilizar todos estos nuevos hábitos y las nuevas plataformas de comunicación en línea para poder estar más en contacto con los participantes de nuestros proyectos terminológicos, y hemos aprovechado, también, las posibilidades más avanzadas de videoconferencia, como la pantalla compartida, desarrolladas para teletrabajar durante la pandemia. 

¿Nos puede explicar en qué consiste el proyecto Terminología sin Fronteras? 

Terminología sin Fronteras es un proyecto de colaboración entre nuestro departamento de coordinación terminológica del Parlamento Europeo y los departamentos lingüísticos de universidades que ofrecen cursos de terminología. El flujo de trabajo es el siguiente: los profesores y los estudiantes trabajan en uno de los nueve ámbitos que ofrece el programa, preparan un corpus de textos y extraen la terminología en modo automático o manual, y crean, así, un glosario que las universidades de otros países trasladan luego a otros idiomas. Los participantes tienen que pedir a expertos del ámbito que revisen su trabajo. La terminología resultante se publica en nuestro sitio web dedicado al programa, yourterm.org, y, previa validación por terminólogos del Parlamento Europeo, se importa a IATE, la base terminológica que cubre todos los ámbitos de la legislación europea. 

¿Cuáles son las ramas del conocimiento que se beneficiarán con este proyecto? 

Los proyectos y subproyectos en los cuales trabajan los estudiantes con sus profesores cubren asuntos muy importantes y actuales, como la terminología de los medios sociales en TECH, de las vacunas en MED y de los derechos de la mujer en FEM, pero también la terminología multilingüe de la gastronomía en FOOD, que es un puente entre culturas. Con la participación en estos proyectos, los estudiantes adquieren un conocimiento práctico sobre el trabajo en terminología y refuerzan sus conocimientos lingüísticos, pero también aprenden a utilizar las nuevas herramientas terminológicas que hoy en día forman parte de la lingüística computacional. Al buscar los textos para crear el corpus de donde extraen la terminología, obtienen acceso a mucha información intelectual e intercultural, como por ejemplo, cuando traba- jan en el proyecto CULT con todas la páginas web de las ciudades que han sido capitales europeas de la cultura. 

¿Qué organismos apoyan esta iniciativa? 

Desde que tomamos esta iniciativa, nos han apoyado muchas organizaciones internacionales, como por ejemplo, las agencias europeas de la pesca (la Agencia Europea de Control de la Pesca [AECP] y la Agencia Europea de Seguridad Marítima [AESM]) y la Organización Marítima Internacional (OMI) para el proyecto MARE, o Médicos Sin Fronteras para los relacionados con la medicina. Hasta ahora, en los dos años transcurridos desde que lanzamos el programa, colaboramos ya con más de treinta universidades y cubrimos no solo muchos idiomas oficiales europeos, sino también otros como el ruso, el turco, el chino, el árabe y pronto el hebreo. Lo hemos dicho ya, es un programa sin fronteras. 

El rótulo «sin fronteras», que asimilamos a una cuestión geográfica, ¿puede replicarse en el modus operandi de este proyecto cuando pensamos en el trabajo articulado entre la academia y las instituciones políticas que se realiza entre los estudiantes universitarios y los organismos internacionales? 

Su pregunta es muy interesante porque es muy importante relacionar diferentes maneras de trabajar. Con este programa nos beneficiamos mutuamente de una experiencia común que reúne los procedimientos tan diversos del trabajo lingüístico en el mundo académico y en el mundo de las instituciones europeas o internacionales. Los estudiantes aprenden cómo se puede alimentar una base de datos con terminología administrativa o legislativa, y a nosotros nos recuerdan que la lengua no son solo términos legales, sino también medios de comunicación y un producto cultural. 

¿Piensa que los resultados de este proyecto pueden ser aprovechados por el ciudadano común? ¿De qué manera? 

El proyecto forma parte de la nueva política del Parlamento Europeo con la que las instituciones buscan comunicarse de forma más directa con los ciudadanos. Nuestro trabajo de terminología tiene que cubrir todas las necesidades comunicativas entre todos los actores con los más variados niveles de conocimiento y educación. Por esta razón, uno de los métodos de trabajo que sugerimos a las universidades es la terminología basada en marcos (Frame-based Terminology), con la que se producen los llamados eventos terminológicos, fichas que incluyen varios términos para el mismo concepto según el dominio y la audiencia. 

¿Qué mensaje les dejaría a todos los traductores que lean este artículo con relación al trabajo de documentación terminológica, que, creemos, se ve facilitado y mejorado a través de este tipo de iniciativas? 

Les agradezco muchísimo la oportunidad de publicar esta entrevista en una revista tan importante como la del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (una de mis ciudades preferidas, además), así como de difundirla en las redes sociales y de informar a los traductores, intérpretes y terminólogos sobre nuestro proyecto; esperamos obtener así más colaboraciones. No obstante, considero que es también muy importante informar a los profesionales del lenguaje sobre los nuevos desafíos de la terminología y sus vínculos con la lingüística computacional, y sobre las posibilidades de organizar proyectos internacionales y multilingües. 

En estos tiempos, en los que se están automatizando todos los procesos de traducción, la terminología se convierte en una nueva profesión en el ámbito lingüístico. Por ello, ahora más que nunca, la traducción necesita una terminología fiable y requiere una interconexión entre todos los recursos con el objetivo de garantizar la calidad de la traducción automática. Hoy en día, las API (interfaces de programación de aplicaciones) y los servicios web permiten el acceso, a través de una base de datos como IATE, a múltiples recursos terminológicos. 

La capacidad ilimitada de las nubes informáticas permite crear big data terminológicos, descargar automáticamente glosarios relacionados con los textos por traducir y usar la terminología en el aprendizaje automático (machine learning) para garantizar la calidad de la traducción y, en la posedición, para controlar dicha calidad. La evolución en nuestra profesión requiere especialización, y la terminología es uno de los ámbitos más importantes en este proceso. 

Finalmente, ¿puede compartirnos sus proyectos profesionales a futuro? 

No pude tener proyectos profesionales externos durante los cuarenta y pico años de mi trabajo en el Parlamento Europeo y en su Dirección General de Traducción. Sin embargo, en cuanto deje mi puesto dentro de dos años, no pienso abandonar mi pasión por la traducción y la terminología; por eso, voy a seguir con mis cursos en varias universidades en los idiomas que conozco y, quizás, ponga mi extensa experiencia al servicio de alguna entidad internacional de terminología. También me ocuparé de mi afición, la cultura, ya que participo en múltiples organizaciones culturales, como el Parlamento Cultural Europeo.

References

Colegio de Traductores Públicos de la Provincia de Córdoba. 2021. [ONLINE] Available at: https://www.traductores.org.ar/wp-content/uploads/2021/06/Rev.150.pdf [Accessed 7 July 2021].